Por P. Wilkin Castillo, San Juan de la Maguana
Hoy es una noche especial, una gran noche, es momento oportuno para agradecer al Todopoderoso por todo lo que ha hecho en nuestras vidas y por todo lo que seguirá haciendo para nuestro bienestar. Hoy con el nacimiento del Niño Dios, nacen también en todos nosotros anhelos de cambio, transformación de vida y fortaleza de fe profunda.
“En aquel tiempo salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero. Este fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. También José que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret en Galilea a la ciudad de David que se llama Belén, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta.”
Si bien es cierto que José y María eran temeros y respetuosos de los mandatos de Dios, también en ese mismo sentido eran obedientes y abrazaban los mandatos y leyes que venían del imperio por orden del emperador, es por esta razón que se ponen en camino para subir a Belén para inscribirse en el censo.
“Y mientras estaba allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada.” Ya es sabido por todos nosotros que José, Jesús y María no encontraron sitio en la posada. Ojalá que, en atención a esa realidad cruda y amarga de aquel tiempo, hoy nosotros nos convirtamos ahora en esa posada que recibe con alegría a estos tres huéspedes.
“En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño. Y un ángel del Señor se les presentó: la gloria del Señor los envolvió de claridad y se llenaron de gran temor.”
El ángel les dijo: “No teman,” el no teman que el Ángel Gabriel le ofrece a María en la anunciación, es el mismo que el Ángel del Señor les ofrece a los pastores que se encargaban de cuidar el rebaño esa noche.
El ángel no solo los invita a los pastores a no tener miedo, sino que les dice: “Les traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.”
El Ángel define este anuncio como el anuncio de la alegría y aquí es bueno conectar con el tercer domingo de Adviento conocido como el domingo de la alegría, ahora con el nacimiento del niño esa alegría es plena y gozosa. Y aquí tienen la señal: “Encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.” La señal de la verdadera alegría para el mundo entero es encontrar al niño envuelto en pañales, como manifestación del amor tierno y maternal de su madre María.
De pronto en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: “Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama.” Esta noche también nosotros nos unimos a ese ejercito celestial para alabar a Dios y ofrecerle un cantico alegre que engendre la paz y el amor en el corazón de cada hombre y de cada mujer que existe.
Otros temas del padre Wilkin
FIESTAS PATRONALES LOURDES 2023
Anote este número. 829 694 1948 y este correo-e: aire96fm@gmail.com y escríbanos para mantenerse informado de las novedades y actualizaciones de esta página ¿Le gustaría recibir nuestro boletín semanal por correo electrónico? Suscríbete entrando aquí. Queremos orar contigo, llena el siguiente formulario y estaremos orando por ti y tus necesidades. Dios es quien hace la obra, nosotros te acompañamos clamando por ti: AQUÍ.